viernes, 4 de enero de 2013

Presentación

Amor en la mesa. Un título con muchas connotaciones y varios significados que puede referirse tanto al hecho de elegir con cariño los distintos elementos a usar como a conversaciones agradables o, incluso, a la seducción más salvaje. Una mesa bien puesta es una invitación, una promesa a punto de ser cumplida, una puerta abierta a placeres futuros. Ante una mesa vestida, con cristalería, vajilla, la servilleta bien colocada y adornada con algún pequeño detalle -como una vela o una flor-, el que llega tiene la sensación de que "aquí va a pasar algo". Una buena mesa es arte en acción, es un happening, una performance que a veces se sirve de piezas proyectadas por auténticos artistas con el único objeto de servir al humilde e instintivo acto de alimentarse. Es sacralizar un acto cotidiano de una manera sencilla, hacer algo que satisface tanto al que lo hace como a quien lo recibe.
La mesa dice mucho de quien la pone: de su pasado, de sus gustos, de su sensibilidad. En la mesa se habla de negocios, de amor o de la vida. Comer, además de una necesidad, es también un placer tan universalmente reconocido que la mayoría de las religiones advierte de sus peligros.
Poner la mesa ha sido un ritual desde hace milenios y los banquetes aparecen mencionados en la mayoría de los grandes y primeros libros. Para los japoneses, la ceremonia de tomar el té forma parte de los rituales de los budistas zen, y su puesta en práctica es considerada uno de los caminos de la vida.
Hablar de una mesa puesta es más que comentar un menú o saber qué cubiertos utilizar. Es hablar de historia, de antigüedades, de arte, de costumbres, de armonía, de materiales, de tejidos y de imaginación . Es recordar el paso que diferencia al humano del animal, del momento en que deja de arrancar a mordiscos la carne de sus piezas para pasar a cortarlas con la ayuda de un cuchillo.
Como a la mayoría de los seres humanos, me gusta la belleza. Las cosas bellas son la demostración práctica de la capacidad de las personas para construir, para crear; el contrapunto a la sordidez y a la tristeza que a veces asoman su cara a lo largo de la vida. Con los años he comprendido que la belleza se encuentra en cualquier sitio: en lo artificial y en lo natural, el la antiguo y en lo nuevo, en el día y en la noche. Que sólo es cuestión de buscarla, encontrarla y apreciarla, y que este placer es gratificante. Y además, es gratis. Dos palabras que tienen la misma raíz.


9 comentarios:

  1. Bienvenida al mundo "bloguero"!

    Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices. Estar a gusto es fundamental y la mayoría de las veces sólo es cuestión de pequeños detalles. No todo es cuestión de dinero ni mucho menos.

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  2. Pues claro. Hay un montón de gente rica por hay que no sabe poner la mesa. Y viceversa.

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  3. Almudena, enhorabuena! Es una magnífica idea que nos ayudara a cuidar la mesa de nuestras casas. Un abrazo

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  4. Una mesa bien puesta invita, incita y seduce.
    Es verdad, la imaginación y el cariño ponen una mesa... y eso se nota. ¿El dinero? Entonces cualquier nuevo rico podría hacerlo.
    No es eso.
    Es arte.
    ¡¡¡Bravo por este blog!!!

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  5. Suelen ser los pequeños detalles los que engrandecen la mesa , como la vida ...
    Suerte con el blog ...

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  6. Me ha gustado mucho tu propuesta de blog y esta entrada, me identifico con lo que dices de la belleza en el párrafo final.

    Suerte y aquí tienes una seguidora.
    Besos
    Bea

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  7. Gracias a todas por los ánimos. Soy nueva en esto y vuestro apoyo es fundamental.

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  8. Suerte en esta nueva andadura, que todo proyecto se merece un aplauso hoy en día que los ánimos están bajo mínimos.

    Un beso.

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  9. aplausos!!! espero ver mas fotos e instrucciones inspiradoras. te cito admirado: "aquí va a pasar algo".

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